El lugar prohibido

Un thriller internacional que apelará a las lectoras de Dolores Redondo y Eva G. Sáez de Urturi. En los pantanos que recorren el norte de Europa, están sepultados los restos de aquellos sacrificios que la gente de la Edad de Hierro cara a los Dioses. Aun de sacrificios humanos. El entorno único de los humedales de esa zona ralentiza el proceso de descomposición de los cuerpos, y asegura que estos sean conservados como enigmáticas cápsulas del tiempo. La historia legendaria afirma que las ánimas sepultadas en el lodo jamás descansan en paz, y que se dedican a perseguir a los vivos y a buscar nuevas víctimas. Pura superstición; historias de espectros propias de la sabiduría vieja. Una joven científica llamada Nathalie llega a un cenagal en la zona rural de Suecia para efectuar ensayos de campo para su tesis en biología. Mas pronto se hace evidente que sus razones para estar allá son de manera profunda personales. Nathalie medró en la zona y se fue de allá en el momento en que una terrible desgracia sacudió a su familia. El lodo la amedrenta, mas asimismo se siente atraída por alguna fuerza invisible; es siendo consciente de los secretos que cobija el cenagal van mucho alén de cualquier explicación científica. Una noche, en la mitad de una tormenta otoñal, los miedos de Nathalie la llevan nuevamente al cenagal, donde halla a un hombre inconsciente, con los bolsillos llenos de monedas. Cerca, descubre una tumba improvisada. La triunfante y también a nivel internacional reconocida fotógrafa Maya Linde, trabaja como fotógrafa de la policía, y es mandada a cubrir la escena donde ha sido encontrado ese hombre. De vuelta a su estudio, se percata de que en la fotografías aparece una figura de fondo, alguien que aparece mas al unísono semeja etar tratando de ocultarse de su lente. ¿Quién la observaba en el cenagal? Maya no tiende a dejarse atemorizar, mas bajo el disfraz de lo que afirma ser un nuevo proyecto artístico, empezará una investigación que la aproximará a la historia hechizada y siniestra del cenagal y a los seres extraños que pueblan la zona. Cuando Maya descubre un cuerpo sepultado en la ciénaga que se remonta a tiempos considerablemente más recientes, empieza una cacería para lo que resulta ser un taimado asesino en serie que ha sepultado a las víctimas bajo el lodo a lo largo de más de una década.