Esclava Encadenada: Sumisa Secuestrada y Vendida al Amo Millonario

Las cadenas abrazaban a Elena.Sus muñecas. Sus tobillos. Su cuello.Iba a ser vendida. Como un objeto.Voluntariamente. Por siempre.Pero el sacrificio calidad la pena.Su padre tenía deudas. Su madre cáncer.Aquello resolvería la vida de los dos.Tenía temor. Y entonces lo vio.Zapatos pulimentados de un negro billante.Traje a la medida de empresario.Espalda ancha. Hombros fuertes.Un semblante hermoso como Dios.Unos labios que la fundieron.Y una mirada que la hizo agachar la cabeza.Elena:Marcos lo es todo para mí.Es mi hombre. Mi señor.Mi amo. Mi dueño.Y soy suya. Le pertenezco.En cuerpo. En psique. En ánima.Y mis cadenas son prueba de ello.Pero, ¿y si Marcos es considerablemente más?Marcos:No soy un buen tío.Pero jamás había hecho algo de esta forma.Era mi treinta y siete aniversario.Era un gigante. En todos y cada uno de los sentidos.Alto. Fuerte. Musculado. Dotado.Multimillonario. Triunfante. Entretenido.Dueño de la noche. Bares. Clubes. Discos.Y locales todavía más privados. Sexo. BDSM.Era fue mi primera y última adquiere.Podía tener a quien quisiese.Pero la escogí a ella.Era perfecta.Y era mía.100 por ciento mía.