La ley del silencio

El exboxeador Terry Malloy y su hermano Charley, un letrado sin escrúpulos conocido como el Caballero, son parte del duro sindicato de estibadores de la ciudad de Nueva York, conectado con la mafia y dirigido por Johnny Friendly. Él y sus matones controlan los muelles con mano de hierro; para continuar vivo hay que hacer las cosas a su forma y volverse sueco y mudo. Terry, de pocas luces y también inculto, realiza cualquier trabajo que le soliciten. Hasta el momento en que un día conoce a Katie, cuyo hermano ha sido asesinado por transgredir la ley del silencio. Entre ellos brota una atracción que lúcida la adormecida conciencia de Terry, quien, frente a las exhortaciones del padre Barry, un idealista cura católico, decide dar un paso al frente para deponer la tiranía de la mafia.

En una fantástica introducción, el propio Budd Schulberg nos explica de qué forma brotaron tanto esta novela como el guion de la película homónima —dirigida por Elia Kazan y protagonizada por Marlon Brando— desde la información compendiada durante años de investigación en la ribera portuaria de la ciudad de Nueva York.