Lumpen

Lucky, expolicía y ahora estudioso privado del madrileño distrito de Canillejas, sobrevive entre sus colegas de siempre y en toda circunstancia al borde de lo conveniente intentando subsistir, en una mala temporada y, quizá, no en el mejor de los lugares. No tiene rutinas fijas, salvo acudir al campo santo a tocar la guitarra y a tomar una copa frente a el sepulcro de su colega Javi el del Cúter, que murió sospechosamente de sobredosis. Le encargan investigar casos de poca monta, hasta el instante en que un día recibe el encargo de investigar la desaparición de un profesor, que asemeja que se ha volatilizado a la vera de múltiples obras de arte y ciertas cantidades de dinero. Para solventar el caso, no vacilará en emplear sus armas, no siempre y en todo momento y en todo instante legales, enredado aparte de esto en los inconvenientes del distrito y los de sus colegas. Investigar y resultar airoso no le va a resultar tan simple como le parecía en un principio. Una puta y un chulo rumanos, una mafia gitana y una extensa colección de personajes variados que tan pronto dan soporte a Lucky como le complican la vida hasta extremos surrealistas completan el audaz y entretenido, a la par que socialmente incorrecto, fresco de esta novela.