No es medianoche quien quiere

Una novela en la que la prosa deliciosa de Lobo Antunes fluye en un torrente de imágenes y pensamientos, una atmosfera onírica y polifónica donde la voz de su protagonista se mezcla con la de otros personajes. Los recuerdos, hilvanados delicadamente y también inteligencia, impactan al lector con la fuerza de los acordes hechos armonía.

Una mujer vuelve a la casa de vacaciones de su familia en la playa, descuidada tras años de ausencia, para desenterrar los recuerdos que la habitan y despedirse de ellos.

Durante 3 días, la mujer recuerda su niñez con un padre alcohólico, una madre ramplona y sus 3 hermanos; una temporada marcada por el suicidio del mayor, la insensatez del que volvió de la guerra y el planeta inabordable del tercero, sordomudo.

Esta mujer de 52 años que se busca anteriormente no se reconoce ya en su presente. Tras perder un hijo, superar un cáncer de mama y con un matrimonio errado a sus espaldas, sostiene una relación entre el cobijo y la desidia con una mujer mayor. Sin esperanza ni pretensión ya de localizar consuelo, se rinde al laberinto de su memoria, evocando un pasado que podría llevarla a proseguir los pasos de su hermano mayor y despedirse por siempre de sí.