Pensé que era cierto

Gwen Castle jamás había tenido tantas ganas de decir adiós a la isla en la que vive hasta el momento en que Cassidy Somers, su gran fallo del verano, admite un empleo allá como «chico para todo». Él es un pequeño rico que vive del otro lado del puente en Stony Bay, al paso que pertenece a una familia de pescadores y limpiadoras, aquellos que trabajan a fin de que los turistas gocen del verano. Y a ella, probablemente, le espera exactamente el mismo destino. Mas tras una charla con su padre, las cosas cambian: brincan chispas y ciertos secretos que hasta el momento lo habían sido salen a la luz, al paso que pasa un verano fantástico y agotador, debatiéndose entre lo que hasta el momento creía que eran su hogar, aquellos a los que ama o bien, aun misma, y lo que la realidad le prueba.