Que el bien os acompañe

Traducido por vez primera al de España, Que el bien os acompañe es al lado de Todo fluye el último libro que escribió Vasili Grossman. Si Todo fluye es su testamento político, Que el bien os acompañe es su testamento personal.

A finales de mil novecientos sesenta y uno, cuando ya daba Vida y destino por desaparecida a cargo de la KGB, y enfermo del cáncer que terminaría con su vida, Grossman recibe el encargo de traducir una novela del armenio. Va a estar un par de meses en el Cáucaso, y hay algo allá, en esa tierra y su gente, que a Grossman le semeja cercano: el sufrimiento armenio es hermano del sufrimiento judío. Osip Mandelstam ya había definido Armenia como «la hermana pequeña de la tierra judaica». Armenia no es solo el sitio donde se detuvo el Arca de Noé tras el diluvio, sino asimismo su destino se hermana con el del pueblo judío. Una historia marcada por la prosecución planeada, el genocidio y la diáspora. Ese reconocimiento mutuo entre los dos pueblos fue, en palabras de Grossman, la impresión más profunda que tuvo en Armenia.

En este ensayo-meditación, nos hallamos con el Grossman más personal que hayamos leído. La mirada que pasea sobre Armenia y sus habitantes es la mirada sobre todas y cada una de las tierras y todas y cada una de las gentes. Nada de lo que es humano escapa a un escritor que se sabe próximo a la muerte y decide redactar con toda libertad de aquello que verdaderamente le conmueve y le apasiona, lejos del control de cualquier censura, puesto que sabe que difícilmente volverá a publicar. El resultado es un canto a «toda la belleza del mundo», que afirmaría el versista Seifert, el libro más íntimo y también iluminador de Vasili Grossman.