Solo una caricia

Educada desde joven en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el planeta exterior, lo único que tiene son vagos retazos de recuerdos que semejan pertenecer a otra vida. Recuerdos a los que se sujeta cuando los líderes de la secta descubren sus poderes sanadores… y la castigan. Años de cautividad y sometimiento a las estrictas órdenes de la secta han transformado a Jenna en una mujer tímida y dócil… o bien eso es lo que todos creen. Realmente, está aguardando el mejor instante para escapar.

Cuando una atemorizada Jenna trata de hurtar el todoterreno de Isaac, la ira de él se convierte en un sentimiento protector cara la guapa y contusionada extraña. Mas, cuando disparan a Isaac en un tiroteo, está convencido de que su fin está cerca… hasta el momento en que Jenna lo toca y cierra sus heridas. Mientras que procura resguardarla se niega a decirle cuál es la naturaleza del riesgo que la avizora y de qué forma lo ha curado, mas Isaac está empeñado en ganar su confianza… y su corazón. Pues una sola caricia ha bastado para saber que desea que Jenna sea suya… por siempre.